¿Conciencia o ansiedad compartida?

Existe una línea muy fina entre los mensajes que son pura conciencia, que te invitan a mirarte por dentro; y aquellos que son exigencias disfrazados de luz

La de mensajes que leemos al día sobre espiritualidad, consciencia, ego, individualismo.....y qué fácil es que nos sintamos confundidos y perdidos a la hora de saber si hay verdad o no detrás de estos mensajes. Basta con ver desde dónde se están diciendo, cuál es la intención que hay detrás. En redes sociales (y en la vida misma); existen cuentas con un gran alcance que parecen hablar de salud mental y, en realidad, pueden estar reforzando patrones de pensamiento que no ayudan al crecimiento personal, sino que perpetúan ciclos de negatividad y tu, como lector, acabas atrapado en un estado de victimismo, porque te identificas con lo que se dice en ese mensaje

Hemos avanzado mucho en visibilizar y normalizar el hablar sobre la salud mental, siempre y cuando seamos conscientes de que ese mensaje nos invita a dar un pasito más, a no regocijarnos en el sufrimiento y victimismo. Genial, expresamos nuestro dolor y buscamos apoyo en personas que se identifican y sienten lo mismo con respecto a ese mensaje. Ahora bien ¿es eso comunidad o es ansiedad compartida? Pongamos un ejemplo, imaginemos un mensaje enfocado desde dos puntos de vista:

  • ¨Me siento atrapado, nadie me entiende, todo es injusto, es imposible salir de este estado....¨ Si las personas se identifican con esto, el ¨grupo¨ se acaba convirtiendo en un punto de conexión pero sin una dirección constructiva

  • ¨Estoy pasando un momento difícil, reconozco mi herida y me permito sentir el dolor sin negarlo, sin hacer de ello mi identidad. Lo comparto para soltar, no para quedarme en él¨

¿Se entiende la diferencia? Este último mensaje reconoce la dificultad y, además, invita a la acción positiva y el crecimiento personal. Al expresar el dolor y buscar apoyo, transformamos la herida en camino, siempre que nos relacionemos con ello de manera consciente, que lo hagamos con la intención de comprendernos y avanzar, no de instalarnos en la herida

Aunque puede ser una forma de expresar dolor o buscar apoyo, el regocijo en el victimismo se centra en la identidad de víctima sin buscar maneras de superar o transformar esa situación