Sistema fractal, circular e interconectado

¨Lo que ignoras de tu árbol familiar no desaparece, solo busca nuevas formas de ser visto¨

Los síntomas, la enfermedad en sí, son el lenguaje silencioso del alma y tienen un código de comunicación que hay que aprender a descodificar. Si dejásemos de luchar contra ellos y los empezásemos a ver como una oportunidad de autoconocimiento y sanación personal y familiar, se convertirían en tus aliados. Cuando decimos que todo es fractal, circular y colectivo, estamos hablando de una visión integradora de la vida, las relaciones y los patrones que se repiten en las experiencias humanas. Vamos a desglosarlo un poco para entender cómo se relaciona todo esto:


  • Fractal: un fractal es un patrón que se repite a diferentes escalas. En el ámbito que me concierne, significaría que los conflictos o dinámicas emocionales que existen en una persona suelen reflejarse en el sistema al que pertenece (familia, sociedad e incluso generaciones pasadas). Así como en un fractal, lo que sucede en un nivel pequeño (un individuo), también puede observarse en un nivel más grande (sistema familiar o colectivo)
  • Circular: la vida y los conflictos no avanzan de manera lineal, sino que tienden a repetirse en ciclos hasta que algo se resuelve. Esto se observa en los patrones familiares, donde las mismas dinámicas se repiten generación tras generación como si dicho sistema buscara equilibrio y resolución. La sanación ocurre cuando reconocemos esos ciclos y rompemos la repetición
  • Interconectado: no somos seres aislados, estamos profundamente conectados con los demás. Los síntomas y conflictos no solo pertenecen a una persona, son una expresión de un desequilibrio en el sistema al que pertenece. Resolver algo en uno mismo puede, entonces, traer armonía al grupo completo

No imitamos porque queremos, imitamos porque en nuestro árbol familiar existen lealtades invisibles que nos conectan

Lo fractal, circular y colectivo describe cómo los patrones emocionales, familiares o sociales se replican y pueden parecer diferentes en la superficie, pero tienen la misma estructura subyacente. Al ser conscientes de esos patrones cíclicos y fractales, podemos cambiar nuestra percepción y, por ende, nuestra realidad colectiva. ¿Sabes qué ejercicio tan simple y, a priori, absurdo, me ha ayudado a mi a comprender esto? Salirme del rol familiar y ver a cada miembro de mi familia como una persona desconocida e independiente de dicho sistema familiar. Los propios roles (madre, padre, hijo, hermano...) actúan como filtros que nos hacen interpretar la realidad desde una identidad fija y nos limitan desde el momento en que nacemos y asumimos dichos roles. Al ver a nuestra madre solo como ¨madre¨, nos cuesta reconocer que ella también es una mujer con miedos, deseos y heridas. Imagina que no es tu madre, sino una mujer que ha vivido ciertas experiencias. ¿Cómo verías su historia sin la carga emocional de la relación madre-hija?. O si vemos a un hermano solo como ¨hermano¨, podemos pasar por alto su propio proceso de vida de ir más allá de la familia

Salirse del rol implica despersonalizar la relación y observar a cada miembro de la familia como si fuera simplemente un ser humano con su propia historia, más allá de la etiqueta que le hemos asignado

Cuando nos salimos del rol:


  • Ganas claridad: dejas de reaccionar desde la emoción y comienzas a ver las dinámicas familiares desde una perspectiva más neutral
  • Identificas repeticiones: te das cuenta de que ciertos comportamientos se han transmitido por generaciones
  • Sanas vínculos: al ver a tu familia sin los filtros del rol, puedes comprender sus motivaciones y liberar resentimientos
  • Rompes ciclos: al reconocer los patrones, puedes elegir actuar de manera diferente en lugar de repetir la misma historia